PRONUNCIAMIENTO
FORO INTERNACIONAL DE MUJERES TRABAJADORAS
México, D F. 10 de Marzo, 2009
Las participantes de México, Estados Unidos y Argentina en el Foro Internacional de Mujeres Trabajadoras, hemos compartido experiencias y análisis del momento coyuntural y estructural que vivimos y ante esto, declaramos:
Como trabajadoras nos enfrentamos a una crisis económica, financiera sistémica que responde a crisis periódicas por las que transita el sistema económico neoliberal que históricamente va transfiriendo los ingresos del trabajo hacia el capital. El sistema capitalista patriarcal ha sostenido falsamente que es capaz de autoregularse en función de la acumulación de ganancias para un pequeño sector, caracterizándose por el comercio injusto, la apropiación de recursos naturales de los pueblos y la privatización de las funciones sociales del Estado. Esta situación viene acompañada de las crisis alimentaria, energética y climática porque además el sistema capitalista neoliberal se ha dedicado a especular y no a producir. Y ante el impacto mundial los dueños del poder y del dinero plantean recomponer el mismo sistema proponiendo rescatarlo a través de transferir los costos de la crisis a los y las trabajadoras incrementando su pobreza y violando sus derechos humanos.
Al aumentar los índices del desempleo como consecuencia de la crisis económica, las mujeres somos más impactadas. La OIT en su reciente informe “Tendencias Mundiales del Empleo en las Mujeres” señala que en el 2007, el número de mujeres que perdieron su trabajo era de 75 millones, en el 2008 ascendió a 81 millones y en el 2009 podría llegar a 97 millones, a lo que se añade para ellas, la menor protección social y el menor control sobre la propiedad. En México la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo afirma que 35,362 jefas de familia perdieron su trabajo durante el segundo semestre de 2008 siendo que las mujeres trabajadoras contribuyen con más de la tercera parte de la generación de ingresos y con más del 90% del trabajo doméstico y cuidado de la familia y cuando sus ingresos solamente representan el 42% de lo que perciben los hombres.
Consideramos que esta crisis no sólo presenta la oportunidad de modificar, cambiar o transformar el modelo económico global vigente, sus estructuras, sus mecanismos, que han precarizado a mujeres y hombres y casi destruido el planeta, es también una oportunidad para que las mujeres trabajadoras nuevamente nos movilicemos de acuerdo a nuestro proceso histórico que por cierto, hizo surgir la conmemoración del 8 de Marzo. Las mujeres hemos sido constantes en la lucha personal y colectiva por conquistar nuestros derechos humanos, económicos, sociales, políticos, culturales, sexuales y reproductivos; hemos luchado por conseguir nuestra libertad, por conquistar nuestra plena ciudadanía. Paso a paso hemos avanzado diseñando estrategias para la transformación de nuestra condición de opresión, exclusión y secundariedad impuesta por el patriarcado que suele articularse a las estructuras económicas y políticas de toda realidad social.
Por tanto, demandamos:
El diseño, la planificación de un nuevo sistema económico, político y social que sea distribuidor de la riqueza que se centre en la atención a las necesidades de las mujeres y los hombres trabajadores y del pueblo, que respete los derechos humanos y que atienda como prioritaria la perspectiva de género transversalizando esta dimensión en toda institución y programa de política pública.
Un rechazo absoluto a la llamada reforma laboral y de seguridad social; rechazo a las así llamadas “reformas estructurales” como las referidas a las fuentes de energía: petróleo y electricidad, ya que lesionan los derechos de las y los trabajadores y del pueblo en general.
Una nueva política económica que incluya el pleno empleo y la durabilidad que garantice salarios suficientes para una mejor calidad de vida de mujeres y hombres. El diseño de una política industrial centrada en la pequeña y mediana empresa que permita el crecimiento del mercado interno y respete el medio ambiente.
La reactivación de la política agraria como sustento de la soberanía alimentaria y como forma de detener la migración interna de las y los mexicanos y particularmente la externa hacia Estados Unidos.
Detener la trata de mujeres niñas y niños. La migración de mujeres, niñas y niños hacia Estados Unidos es un factor que favorece el maltrato, la violación y el feminicidio.
Exigimos justicia y denunciamos la impunidad hacia la serie de feminicidios que se están multiplicando en todo el país, por tanto se aplique la Ley de Alerta que señala la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia.
Afirmamos la necesidad urgente de eliminar la nefasta política de criminalización de mujeres y hombres de organizaciones sociales y civiles por el hecho de luchar en la construcción de mejores condiciones de vida para el pueblo.
Afirmamos la necesidad urgente de fortalecer las alianzas regionales, nacionales e internacionales del mundo sindical con el movimiento social organizado.
Expresamos nuestra voluntad de continuar avanzando en la construcción de nuestros liderazgos al interior de las propias organizaciones y más allá de éstas, en la práctica de una ciudadanía con equidad de género y justicia social. Convocamos a construir formas de organización y lucha de las mujeres trabajadoras en cada uno de nuestros países y compartir estrategias que nos lleven a construir un mundo mejor donde las mujeres alcancemos el buen vivir.
LLAMAMOS A LAS MUJERES DE TODOS LOS PAISES A ORGANIZARNOS Y MOVILIZARNOS PARA EXIGIR LA GARANTIA DE NUESTROS DERECHOS. LA LUCHA DE LAS MUJERES ES UN MOVIMIENTO IRREVERSIBLE. CONVOCAMOS A LA SOLIDARIDAD DE TODOS LOS SECTORES DE LA SOCIEDAD PARA UNIRSE A ESTE ESFUERZO.
Vice-Presidencia de Género de la UNT Unión, UNT
Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, CILAS
Red Nacional de Género y Economía, REDGE
Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, STRM